Y nos explicamos: en Zaragoza no existe nadie que luche realmente por un desarrollo profesional efectivo.
Teóricamente, el colegio profesional debería ser el encargado de estos menesteres; sin embargo, en la práctica sabemos que no tenemos esa fortuna. De hecho, pocos son los colegios provinciales que se desmarcan de una tendencia que atraviesa todo el país: el servilismo al Consejo General de Enfermería sin fisura y el abandono al que se somete a los colegiados.
Juan F. Hernández Yáñez analizó en su día el asunto en su blog.
Gracias a colectivos informales, comprometidos, autogestionados y dirigidos por un líder carismático como en Murcia, Baleares o Navarra, ciertos colegios profesionales llevan ya unos años haciendo que ser colegiado tenga sentido. Podéis navegar en sus webs y comparar con el nuestro...
Leed aquí la entrada de la Asociación Nueva Enfermería sobre el tortuoso camino recorrido en Murcia y las penurias que todavía deben seguir soportando. Quizá os podréis hacer una pequeña idea de lo férreo de un sistema con profundas raíces, dirigido a perpetuar un razonamiento según el cual nos representan unas élites demasiado ocupadas en el mimeconmiguismo como para preocuparse del total de la profesión.
Existen asociaciones críticas en Madrid y Asturias que luchan contra el caciquismo colegial imperante y lo hacen de forma extremadamente visible: AME y AEA.
Nuestra enhorabuena a los compañeras asturianas y madrileñas por la madurez serena demostrada en la lucha persistente... en Zaragoza, algún día, nos quitaremos los pañales.
Mientras Porcar y sus acólitos siguen haciendo (casi) lo mismo que en los últimos 20 años, algún pobre delirante se atreve a soñar una enfermería diferente, esa en la que la masa crítica derroca antiguos regímenes.
COMPAÑER@S, LOS DELIRIOS AISLADOS NO SIRVEN DE NADA.
¿DÓNDE ESTÁ LA ENFERMERÍA DE ZARAGOZA?
#HaciéndoseLasInglesBrasileñas
#MirándoseElOmbligo
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