11 de febrero de 2016

Enfermeras desobedientes

La semana pasada y la anterior os mostrábamos nuestra preocupación ante la entrada en vigor del Real Decreto 954/2015 sobre Prescripción Enfermera.
Hoy queremos compartir con vosotros una vivencia en primera persona, una entre miles y miles a lo largo y ancho de nuestro país.
Las protagonistas de la historia prefieren guardar el anonimato por razones obvias, observad las afirmaciones del abogado del estado al respecto aquí y la resolución del Tribunal Supremo al respecto aquí.
Os dejamos el relato:

"Soy enfermera en uno de los hospitales públicos de Zaragoza, y llevo ejerciendo mi profesión desde hace más de una década. Me gustaría denunciar la sensación de ilegalidad en la que nos encontramos como profesionales tras la entrada en vigor del RD 954/2015.
Todos los días, TODOS, en mi servicio (y en la inmensa mayoría, estoy segura) incumplimos sistemáticamente la ridícula norma aprobada la víspera de Nochebuena. Continuamos aplicando las pautas de insulina recomendadas, heparinizando vías cuando se hace necesario, aplicando pomadas en heridas y úlceras, pautando curas o cambios de catéteres, vacunando... En fin, realizando nuestra actividad habitual. La muestra de ello es que la vida hospitalaria no ha cambiado un ápice.
La semana pasada, rizando el rizo y coqueteando seriamente con varios delitos si aplicamos la ley actual, apliqué mis conocimientos y experiencia para realizar un diagnóstico, prescribir y tratar a una "paciente". Y digo "paciente", así entrecomillado, porque si bien para mí supuso eso mismo, ante el sistema sanitario -y siendo puristas- se trataba de la esposa de un paciente ingresado. Mientras realizaba la valoración de enfermería de un pciente, observé la mano de su mujer: el dorso, negro como un cuervo. El comentario me salió solo de la boca, este es lo que hablamos:

  • "¡Vaya morado!", le dije yo sin pensarlo. "¿Le han sacado sangre hace poco?"
  • "Ay! Hija... ¡¡Esto es el hierro que se me extravasó en agosto!! Y me han dicho que la mano se me va a quedar ya así", respondió la adorable abuelita apesadumbrada.
  • "¿Quiere que intentemos Ud. y yo una cosa?... ¡Ojo! Le propongo que nos saltemos la ley juntas..."
  • "¡Adelante!"

Así que asumí como paciente ilegalmente a una anciana e igualmente le prescribí y apliqué gasas empapadas en Agua de Burow.
En apenas unos días la mejoría y el alivio fueron notables. Cuando al marido le dieron el alta hospitalaria, y visto que nos hallábamos inmersas en flagrante delito, ambas individualmente decidimos ahondar en nuestra "malévola" actitud: yo le facilité una botella del fármaco (sujeto a prescripción médica) para ultimar el tratamiento en su domicilio; y ella me obsequió con unas deliciosas naranjas confitadas."

El próximo día 17 tendrá lugar la Asamblea General del Colegio de Enfermería de Zaragoza.
Exijamos un posicionamiento firme de nuestros "representantes" con respecto a la Prescripción Enfermera: nos afecta a todos por igual cada día.
La actual Junta de Gobierno se muestra paralizada, responde a golpes y a destiempo a nuestras inquietudes.
#AcudeATuAsamblea
#TomaTuColegio

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